Medicina integrativa

Vitaminas para afrontar la astenia primaveral

Vitaminas para afrontar la astenia primaveral

Con la llegada de la primavera es habitual encontrarnos cuadros de cansancio y apatía; y todo ello, sin que exista una causa aparente responsable de ello. Hoy vamos a hablar de vitaminas para afrontar la astenia primaveral.

La denominada astenia primaveral debe ser considerada como un trastorno adaptativo sin más, pero, lo cierto es que al llegar la primavera más de la mitad de la población presenta alguno de los síntomas que se asocian con la astenia:

  • Cansancio y somnolencia durante el día.
  • Falta de energía.
  • Alteraciones del sueño, especialmente dificultad para conciliarlo.
  • Irritabilidad.
  • Ansiedad.
  • Pérdida del apetito.
  • Cefaleas.
  • Disminución de la libido.
  • Problemas de concentración.
  • Falta de motivación.
Astenia primaveral

Astenia primaveral

Factores de la astemia primaveral

La astenia primaveral se debe fundamentalmente a la coincidencia de una serie de factores ambientales:

  1. El cambio de tiempo. Subida de las temperaturas y de la presión atmosférica.
  2. Aumento de las horas de luz diurna.
  3. El cambio horario. (adelantar los relojes una hora).
  4. La modificación de la rutina diaria, (horarios de sueño y de comidas, aumento del tiempo de ocio, etc.) como consecuencia de las anteriores.

¿Son necesarias las vitaminas para afrontar la astenia primaveral?

Antes de producirse un déficit de vitaminas el organismo consume sus reservas, por lo que cuando aparece sintomatología es difícil de diagnosticar, además, las manifestaciones de la astenia son difusas.

Por lo tanto, en un principio no nos hacen pensar en un déficit de vitaminas, aunque si se toman medidas la recuperación es rápida.

Por el contrario, si se deja evolucionar pueden producirse daños importantes.

Es la época del año que recurrimos con más frecuencia a las vitaminas y/o complejos vitamínicos, debido al famoso síndrome de la astenia primaveral.

En principio, puede no ser necesario recurrir a complejos vitamínicos, y  que en un corto periodo de tiempo podamos adaptarnos a los nuevos ciclos.

Con una alimentación sana, variada y equilibrada, es poco probable sufrir una deficiencia de vitaminas.

Sin embargo, son muchos los casos en los que se hace preciso recurrir a una suplementación, ya que se dan caso de escasa ingesta de nutrientes.

También existen en muchas personas problemas de mala-absorción.

El estrés acumulado se acentúa en estas circunstancias de adaptación, y conlleva una prolongación de los síntomas por más tiempo del considerado normal.

Otra circunstancia que debemos valorar hoy en día es la salud de nuestros suelos. Se estima que el 95% de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente en nuestros suelos.

La disponibilidad de alimentos depende de los suelos: no se pueden producir alimentos y piensos nutritivos y de buena calidad si nuestros suelos no son suelos sanos y vivos.

Durante los últimos 50 años, los avances en materia de tecnología agrícola y el aumento de la demanda provocado por el crecimiento de la población han ejercido una creciente presión sobre los suelos.

En muchos países, la producción agrícola intensiva ha ocasionado un agotamiento de los suelos que ha puesto en peligro la capacidad productiva de los mismos, por lo que muchos de los productos obtenidos están seriamente carenciados.

Podríamos considerar que se trata de un solapamiento de circunstancias, que debidamente valoradas, nos indicarán como afrontar los síntomas de la astenia primaveral

 

¿Qué son las vitaminas?

Son micronutrientes orgánicos, acaloricos…es decir sin valor energético. Y son necesarias para el hombre en muy pequeñas cantidades ya que son compuestos imprescindibles para el mantenimiento de las funciones metabólicas y del crecimiento.

Es decir, como conclusión principal es que no aportan calorías, y que son necesarias para un correcto funcionamiento de nuestro organismo, de hecho, su carencia puede desembocar en diferentes desequilibrios en nuestro organismo como anemia, ademas, de ayudar a prevenir un montón de enfermedades.

Las vitaminas no son calóricas, no nos hacen comer más, no disminuyen nuestro metabolismo basal, y por tanto, no engordan.

Encontramos dos grupos bien diferenciados de vitaminas:

  • Vitaminas Hidrosolubles: Como su propio nombre indica, son solubles en agua y las encontramos disueltas en el agua de los alimentos ¿Cuáles son? Pues todas las vitaminas del grupo B y la Vitamina C.
  • Vitaminas Liposolubles: Estas las encontramos generalmente disueltas en las porciones grasas de los alimentos ¿Cuáles son? Son la Vitamina A, Vitamina D, Vitamina E y Vitamina K… a diferencia de las Hidrosolubles estas si pueden acumularse por lo que podrían producir toxicidad.

Una característica importante de las vitaminas es que salvo las Vitaminas D, K, B1 , B2 y el ácido fólico, no son sintetizadas por el organismo, y si lo hacen, las cantidades generalmente son insuficientes, por lo tanto, necesitamos un aporte externo, y este aporte siempre tenemos que procurar obtenerlo mediante nuestra dieta.

Vitaminas y suplementos para afrontar la astenia primaveral

Vitaminas y suplementos para afrontar la astenia primaveral

Vitaminas y complejos vitamínicos para la astenia primaveral

Los complejos vitamínicos y vitaminas para la astenia primaveral que encontramos en nuestras farmacias suponen una estupenda solución para complementar nuestra dieta en estados carenciales, y en determinadas circunstancias en los que resulta importante suplementarnos y asegurar la presencia de determinadas vitaminas.

¿a qué circunstancias nos referimos? pues a aquellas circunstancias especiales como convalecencias de enfermedades, embarazo, anemias, deportistas, y los mencionados trastornos anteriormente.

Destacamos algunas de las propiedades más importantes:

  • Vitamina A: sus funciones son, mantenimiento de los tejidos, aumenta la resistencia a las infecciones, adecuado desarrollo del sistema nervioso, favorecer la buena visión diurna, nocturna y de colores.
  • Vitamina D: no es esencial en la dieta siempre y cuando podamos salir a la calle y tomar el sol. Tiene que ver con el desarrollo de los huesos. Su déficit ocasiona alteraciones de los huesos y raquitismo en los niños.
  • Vitamina K: su función más importante es intervenir en los procesos de coagulación de la sangre.
  • Vitamina E: Protege las células de la oxidación y mantiene la fertilidad sexual. Su carencia puede ocasionar dermatitis y anemias.
  • Vitaminas del grupo B: participan activamente en el metabolismo celular. Intervienen en las reacciones de producción de energía, en el mantenimiento de los tejidos y en el funcionamiento de los órganos. El ácido fólico es muy importante para la formación de ADN y su déficit en el embarazo es frecuente y se relaciona con neonatos con espina bífida.
  • Vitamina C: Es un potente reductor o dicho de otra forma un excelente antioxidante. Interviene en la formación de los huesos, los dientes, los glóbulos rojos, el colágeno que forma parte de la mayoría de las estructuras corporales. Vitaminas para la astenia primaveral.

Es habitual que actualmente muchos complejos vitamínicos y vitaminas para la astenia primaveral, que completen su fórmula con magnesio, L-Triptófano, melatonina y otros principios activos con la única finalidad de restablecer la armonía y normalidad de todas las funciones vitales de una forma rápida y completa.

 

«Autocuidado, Salud y Belleza»

Por Inmaculada Vicente María