Piel atópica y barrera cutánea están íntimamente relacionadas. Sin barrera la piel reacciona.
La piel atópica presenta una alteración de la barrera cutánea asociada a deficiencia de lípidos epidérmicos, especialmente ceramidas, y, por tanto, pierde la capacidad de hidratarse y de protegerse frente a las sustancias nocivas.
Atópica deriva de atopia, es decir, una predisposición genética que implica una reacción exagerada a algunos estímulos ambientales.
El paciente atópico tiene una predisposición individual a padecer enfermedades de origen alérgico: rinitis, conjuntivitis, urticaria, asma bronquial.
La dermatitis atópica es la enfermedad cutánea más frecuente en la infancia.
Se estima que entre el 2 y el 20 % de los niños, según los países, tienen o han tenido algún grado de dermatitis atópica durante su infancia.
La dermatitis atópica suele comenzar en la primera infancia, aunque es posible la aparición de la dermatitis atópica a cualquier edad.
¿Cuáles son las causas de la piel atópica?
- Por un lado, existe una predisposición genética.
- También, es importante la exposición a alérgenos.
- Factores ambientales tales como: higiene con productos inadecuados, prendas de lana o sintéticas, ropa demasiado gruesa, ácaros del polvo, animales domésticos, humo, polución…
¿Cómo se manifiesta?
En cualquier caso, la DA, Dermatitis Atópica, es una patología que cursa con una sintomatología que altera la calidad de vida del paciente:
- Manchas rojas en la piel.
- Vesículas.
- Picor intenso e hinchazón.
- Erosiones y costras.
La Dermatitis atópica puede clasificarse en tres tipos en función de la edad del paciente: lactante, infantil y adulto.
La piel atópica es una condición inflamatoria de la piel que se manifiesta predominantemente en los niños, a partir de los tres años de vida.
¿Dónde se manifiesta?
- Durante los primeros meses de vida, las zonas predominantes son: mejillas, frente cuero cabelludo.
- En los años sucesivos, las zonas afectadas suelen ser: pliegues del codo y rodillas, zona peribucal y manos.
¿Cómo cursa y evoluciona la Piel atópica?
La evolución de la dermatitis atópica es fluctuante: hay temporadas, normalmente en verano, en las que la piel está mejor (rojeces aisladas, piel algo seca, leve picor); y otras en las que empeora sin causa aparente, con posible aparición de brotes atópicos (fase aguda).
Es importante tener en cuenta que pueden darse factores desencadenantes de brotes esporádicos, como por ejemplo, los cambios de estación (especialmente primavera y otoño) y cuando se producen cambios bruscos de temperatura; es en estos momentos, cuando suelen aparecer los brotes.
Brote atópico
La dermatitis atópica es duradera (crónica) y suele exacerbarse periódicamente.
Los brotes atópicos se caracterizan por una sequedad extrema y un picor intenso, que hace que el paciente se rasque y se produzca lesiones rojizas, que pueden llegar a infectarse.
Cuando nos encontramos ante un brote de dermatitis atópica en muchas ocasiones es necesario acudir a tratamiento farmacológico, si bien pasados los primeros días del brote volveremos a la rutina de los cuidados específicos.
¿Cómo controlarla?
Cuando nos encontramos ante un brote de dermatitis atópica en muchas ocasiones es necesario acudir a tratamiento farmacológico, si bien pasados los primeros días del brote volveremos a la rutina de los cuidados específicos.
- Reducir la inflamación y calmar el picor y la rojez.
- Limitar el uso de corticoides y utilizar calmantes que no contengan sustancias potencialmente alergizantes.
- Reestructurar la barrera cutánea mediante la aplicación diaria de emolientes.
- Utilizar limpiadores dermocompatibles, sin perfumes, sin metales (níquel), ni sustancias alergizantes o irritantes.
Medidas preventivas
Ciertas medidas preventivas y un control de la sequedad cutánea pueden evitar la aparición de los temidos brotes, prolongar en el tiempo la aparición de los mismos e incluso paliar los síntomas cuando son leves sin necesidad de recurrir a corticoides u otros fármacos.
Es especialmente relevante destacar que, existe un amplísimo vademécum de geles de baño específicos, syndet (jabones sin jabón) y leches corporales diseñados específicamente para los cuidados de la piel atópica formulados con sustancias emolientes, relipidantes que restauran esa barreara cutánea escasa de recursos propios para la rehidratación y que con unos cuidados apropiados dejará de ser un problema en la calidad de vida de quienes la padecen.
Una vez más se pone de manifiesto la necesidad de un asesoramiento adecuado y la utilización de productos específicos que afortunadamente, hoy la industria cosmética nos ofrece, ante un público cada vez mejor y más informado, y consciente de los beneficios de un uso correcto en su calidad de vida.
¿Qué evitar?
- Baños excesivamente largos y frecuentes.
- Agua demasiado caliente.
- Limpiadores con mucha espuma y/o perfumados.
- Productos para la piel que contengan sustancias irritantes o alergizantes.
- Prendas de lana, forro polar, tejidos sintéticos y rugosos en contacto directo con la piel.
- Mantener la temperatura elevada en casa.
- Mobiliario difícil de lavar; moqueta, cortinas pesadas, peluches, terciopelos.
- Fumar y tener animales en casa.
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«Autocuidado, Salud y Belleza»
Por Inmaculada Vicente María