¿Te estás planteando bajar de peso? ¿qué eliges, dieta o hábitos de vida saludables?
¿Crees que debes hacer una dieta restrictiva durante un tiempo, o adquirir hábitos de vida saludables que te acompañen de por vida?
Quizá, la primera opción, te ayude a conseguir el objetivo de bajar unos kilos que te sobran. Pero, ¿durante cuanto tiempo disfrutarás de lo conseguido?
Lo realmente importante no es bajar unos kilos a base de dietas restrictivas, lo realmente importante es adquirir unos hábitos de vida que nos ayuden a vivir con salud de por vida.
Quizá el tema de las dietas es uno de los que más fracasos acumula en personas con sobrepeso u obesidad que desean adelgazar y mantenerse delgadas. Este hecho desemboca en una indiferencia, apatía y, finalmente, frustración y abandono.
Podríamos llegar a pensar que las dietas no funcionan. Lo que realmente funcionará será un cambio en nuestros hábitos. Sinceramente, creo que lo único que garantiza el éxito y hace que perdure para siempre es el conocimiento de cada individuo, de cuál es su caso personal, y encontrar su estrategia para modificar el estilo de vida: solamente este hecho nos llevará a obtener resultados duraderos.
En cualquier caso, todo éxito o fracaso surge de tener una decisión firme o no tenerla.
Esto es común a cualquier proyecto que decidamos emprender; además, igualmente, es imprescindible tener una motivación y mucha constancia en los comienzos. Lo que en un principio es costoso, con el tiempo lo asumimos como algo normal y cotidiano.
Por otro lado, no hay que olvidar que es la mente la que controla todas nuestras acciones; debemos utilizar la mente como la herramienta más poderosa y enfocarnos en nuestras nuevas metas.
La motivación es la clave
En el tema que hoy nos ocupa, las motivaciones pueden ser múltiples y muy valiosas todas ellas. Salud y belleza de nuevo juntas: estar ágil, saludable, guapos, a gusto consigo mismo…
En este momento, podemos decir sin temor a equivocarnos que la batalla contra la obesidad se está perdiendo.
La obesidad crece constantemente, incluso la obesidad infantil tiene un considerable aumento, y con ello el aumento de enfermedades asociadas (falta de energía, hipertensión arterial, diabetes, colesterol, cuerpos débiles y flácidos…) y, en la mayoría de los casos, hay un denominador común: hogares y métodos de vida y alimentación poco saludables.
La obesidad puede tener un cierto factor hereditario, pero este factor no tiene nada que ver con nuestros genes o cromosomas y en prácticamente todos los casos de sobrepeso el denominador común radica en hábitos poco o nada saludables que son los que se heredan de generación en generación.
¿Cuál es, pues, el camino a seguir?
Para adelgazar y mantenerse delgado hay que comer y hay que comer de todo; ahora bien, definitivamente hay productos que debemos tomar con cautela y en mucha menor proporción que otros.
En la sociedad actual hay comercializados miles de productos light y cero por ciento. Sin embargo, la obesidad es una epidemia.
Llevamos años señalando a las grasas como las únicas culpables, y quizá se nos escapa que los hidratos de carbono refinados son mucho más culpables que un delicioso y sano chorro de aceite de oliva en nuestras ensaladas y guisos.
El modelo ideal sería el más próximo al concepto básico de lo que es una dieta mediterránea: buenas proteínas, carnes, pescados, mariscos, vegetales, ensaladas, queso, huevos y poco pan, poca harina, poco arroz, pocos almidones (patata, zanahoria cocida, calabaza), pocas pastas refinadas y muy poco azúcar (alimentos perjudiciales a la salud).
Abundante agua y ejercicio moderado, pero continuado, serían a grandes rasgos las nuevas pautas con las que se pretende abordar el tema de las dietas eficaces.
Hábitos de vida saludables de la mano de expertos
Algo que recomiendo habitualmente antes de comenzar una dieta, y como un tratamiento a repetir periódicamente, son las terapias de drenaje y detoxificación, para las que existen en el mundo de la nutrición excelentes y abundantes preparados para caso en particular, y que junto con un consejo nutricional adecuado, podrán ayudar a que logremos la ansiada meta de conseguir y mantener el peso ideal.
Existen causas particulares que pueden hacernos no sólo engordar, también dificultarnos el proceso de adelgazamiento y causarnos problemas de salud añadidos. Y no me refiero solamente a malos hábitos, si no a factores como el estrés, exceso de tóxicos en el organismo, la toma de ciertos medicamentos…, pueden provocar un enlentecimiento del metabolismo que será una resistencia a la hora de mantener el peso.
Por ello, cada caso debe ser tratado de manera individualizada y personalizada, y para ello lo mejor es el consejo de los expertos y, como decía en un principio, nuestra decisión y fuerza de voluntad y autocuidado.
Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible, sin perder de vista que el objetivo final es ganar salud.
«Autocuidado, Salu y Belleza»
Por Inmaculada Vicente María