Autocuidado

¿Qué es el síndrome post vacacional?

¿Qué es el síndrome post vacacional?

¿Qué es el síndrome post vacacional? Las vacaciones llegan a su fin, y es lógico sentir añoranza, tristeza y desencanto; pero, no debemos hacer un drama desmesurado del regreso de la cotidianidad.

Estar de vacaciones en cualquier lugar se asocia generalmente a:

  • Descanso.
  • Relax.
  • Paz.
  • Felicidad.
  • Interrupción de la vida cotidiana.
  • Aflojamiento de las costumbres y de la moral, etc.

Por eso, la vuelta al trabajo y todo lo que ello conlleva (prisas, cansancio, atascos, ruidos, rutina, presiones laborales, estrés, etc.) se hace especialmente difícil después del período vacacional.

Millones de personas regresan de nuevo a las rutinas de las grandes ciudades

De nuevo, nos encontramos súbitamente, con las nuevas obligaciones laborales (¡y familiares!), con un estilo de vida muy diferente: trabajo, casa, dormir,  y menos horas de sol.

El síndrome post vacacional o  «depresión postvacacional», viene delimitada por una reactividad psicológica caracterizada por hastío y cansancio, desencanto, inhibición, tristeza, malestar general, ansiedad, fobia social, etc.

Además, hay que tener en cuenta que aproximadamente un 70% de las personas no se sienten cómodas en sus trabajos.

Por tanto, esta inadaptación crónica en su puesto de trabajo va a facilitar la aparición del síndrome postvacacional.

¿Existe realmente el síndrome post-vacacional?

No existe consenso en la sociedad científica sobre la definición exacta o la existencia real de este “síndrome postvacacional”, pero se considera que es producto de que en gran parte de nuestro entorno el trabajo se tiene por una actividad negativa, obligada y sacrificada.

En las sociedades en que se considera el trabajo como algo creativo, con sentido por sí mismo y digno para el ser humano, el estrés postvacacional prácticamente no existe.

Podríamos considerarlo como un  problema transitorio, que sin embargo, no siempre es fácil superar.

La solución debe de salir de nosotros, con una actitud positiva.

El ser humano tiene que desarrollar al máximo sus capacidades:

  • Inteligencia.
  • Afectividad.
  • Sociabilidad.
  • Asertividad.
  • Creatividad.
  • Además, es muy importante que su autoestima y su autoconcepto se encuentren en buenas condiciones;

Una de las actitudes que más puede ayudarnos, es mirar atrás satisfechos y con un agradable recuerdo de haber disfrutado a tope.

¿Cómo retomar la rutina para no sufrir síndrome post-vacacional?

Algo que nos ayudará también, muy positivamente, es el hecho de reincorporarnos paulatinamente a la rutina, y ante todo, tener presente que se abre ante nosotros una nueva etapa posiblemente cargada de nuevas oportunidades.

Debemos motivarnos con todo aquello que nos guste, y no olvidar que el hecho de volver al trabajo, al reloj y a la rutina no significa que no se pueda disfrutar día a día de pequeñas grandes cosas.

Para ello está en nuestras manos el reservarnos todos los días un pequeño tiempo para nosotros, momentos de relajación y disfrute en medio de las actividades, programar y planificar nuestros momentos de ocio y desconexión.

Estrés post vacacional

Estrés post vacacional

Muy pocos casos de estrés postvacacional precisan de un abordaje profesional, ya sea médico o psicológico.

Pautas para superar este proceso

Para superar las molestias derivadas de esta mala adaptación al cambio de vida desde las vacaciones a la vida laboral, se recomienda seguir algunas pautas,:

  • Empezar de manera gradual con la intensidad del trabajo, de menos a más intensidad, siempre intentando comenzar por las tareas más gratas.
  • Aprovechar los tiempos de descansos o de la comida para volver a alguna actividad agradable, para las relaciones sociales o familiares.
  • Dormir adecuadamente, alrededor de las ocho horas.
  • Mantener horarios regulares tanto durante el día como en las horas de acostarse y levantarse.
  • No “llevarse trabajo a casa”, dejar en el trabajo lo concerniente a éste.
  • Practicar ejercicio físico moderado, si es posible a diario.
  • Seleccionar aquellas actividades que podemos llevar a cabo, y delegar aquellas para las que no estamos tan preparados.
  • Mantener una actitud realista y proactiva, sin sopesar una y otra vez, de manera repetitiva y poco productiva, todas las alternativas.
  • Plantear los problemas laborales del modo más simple y esencial posible, prescindiendo de los detalles y sopesando la esencia para encontrar las soluciones.
  • Halagar el trabajo bien hecho de las personas a nuestro alrededor y corregir las conductas inapropiadas o negativas en cuanto surjan de modo sutil pero firme.
  • Practicar la relajación en intervalos regulares, eliminar pensamientos erróneos o ideas irracionales que puedan darnos ansiedad.

Para que el estrés post-vacacional no aparezca, pueden llevarse a cabo algunas conductas que tienden a limitar su aparición:

  • Programar el regreso a casa de manera anticipada y relajada.
  • No volver de las vacaciones justo el día anterior a la vuelta al trabajo, sino que es recomendable volver un par de días antes, para prepararnos física y mentalmente para el retorno a la actividad laboral.
  • Al llegar al trabajo, no empezar la actividad de modo brusco e intenso, sino que es beneficioso permitirse un tiempo para compartir las experiencias vacacionales con los compañeros y compañeras y así crear un buen ambiente de inicio laboral;
  • Mantener reuniones relajadas de inicio de ciclo, para definir y detallar los objetivos para el período que se inicia, los medios y las expectativas del equipo.

El síndrome post vacacional se para desde dentro

Está claro que poner un “break” en nuestras vidas es necesario: oxigenarse, coger fuerzas, volver a reencontrarse con uno mismo y recuperar la ilusión, despejar la mente; pero, teniendo en cuenta, que esto debe servirnos para afrontar la rutina con ánimo, valentía, con otro carácter y otra forma de ver las cosas y entender la vida.

El alma no sabe de vacaciones, así que sigue alimentándola diariamente

 

De todos modos, estas pausas como digo, deben formar parte de nuestras rutinas, y no esperar ansiosamente un periodo vacacional como si el resto de los días de nuestra vida no contaran para ser felices.

Es evidente que cada día es una nueva oportunidad, son nuevas opciones y nuevas vivencias.

En cualquier caso la rentrée ya está aquí, y todo será mucho más fácil si sabemos divisar nuevos retos, si nuestra actitud es positiva, si afrontamos la vida con ganas, compromiso e ilusión.

Evitando el estrés y la ansiedad y sabiendo dar las gracias por recibir una nueva etapa, que además, de obligaciones también contiene días de asueto, fines de semana y momentos a diario para disfrutar de aquello que nos guste.

En nuestra mente está la misma esencia cuando estamos de vacaciones y cuando no, es cuestión de ser conscientes.

 

«Autocuidado, Salud y Belleza»

Por Inmaculada Vicente María