Hoy, en el ámbito de la dermocosmética, está sobradamente consensuado el gran valor de la Vitamina C para la piel. Ya sea por vía oral o por vía tópica, es el ingrediente estrella para combatir el envejecimiento prematuro de la piel, manchas, flacidez, falta de luminosidad y firmeza.
¿Por qué es tan valorado este activo?
Recordemos que nuestra piel está expuesta a muchos factores (ya hemos hablado de ello, por ejemplo, en el post que hicimos sobre el exposoma), y esos factores pueden alterar las células de la piel y producir cambios indeseados. Por eso es muy importante protegerse, pero está claro que no podemos vivir en una burbuja. Evitar todos los factores que inciden a diario sobre nuestra piel es bastante difícil, sino imposible.
Muchas de estos daños vienen en forma de radicales libres, esas moléculas inestables dañinas formadas como consecuencia de la incidencia de la radiación solar y otros factores contaminantes, tabaco, estrés, mala alimentación… que producen daños celulares, alteraciones en la formación de colágeno, elastina o melanina. Y no sólo inciden negativamente en la membrana celular, también en el ADN de las células de la piel, desencadenando todos los factores perjudiciales a nivel estético y de salud.
La Vitamina C es un activo utilizado en cosmética por su alto poder antioxidante
Beneficios de la Vitaminas C
Y aquí es donde entra en juego el valor de la Vitamina C, un activo presente en gran cantidad de productos cosméticos y que nos aporta innumerables beneficios:
– Ilumina e hidrata.
– Atenúa las manchas.
– Combate el acné.
– Refuerza la barrera protectora de la piel.
– Junto con la Vitamina A (Retinol), son los únicos activos capaces de estimular la producción de colágeno y elastina, que son las fibras elásticas de la piel.
– Alisa la piel.
¿Cómo conseguimos Vitamina C?
Debemos partir de la base de llevar una vida marcada por hábitos saludables, que ayuden al organismo a estar fuerte y sano, pero también disponemos de recursos externos como los cosméticos con ANTIOXIDANTES, como la Vitamina C, para compensar las carencias que podamos tener.
Los antioxidantes son moléculas o activos capaces de contrarrestar la acción de los radicales libres, evitando los efectos dañinos que producen sobre nuestra piel. Es decir, los antioxidantes forman un escudo de protección que impiden la entrada de estos radicales libres.
Nuestro organismo puede producir antioxidantes Endógenos y, por otro lado, podemos recurrir a los antioxidantes Exógenos, aplicados en nuestra piel y también a través de nuestra dieta.
La VITAMINA C es uno de los antioxidantes exógenos más potentes que existen, no obstante, también es una molécula muy inestable que se oxida fácilmente perdiendo sus efectos, por lo que es muy importante que su formulación sea la adecuada, respetando unos valores de pH y unas condiciones de envasado y conservación específicas.
La Vitamina C no mancha la piel, el proceso de oxidación se observa como un oscurecimiento del poro, pero para nada son manchas. Este efecto se contrarresta incluyendo en nuestra rutina semanal un tratamiento de exfoliación, o bien, utilizando un exfoliante suave a diario.
La vitamina C estimula la síntesis de colágeno y elastina para una piel más firme
En definitiva, la incorporación de un cosmético antioxidante en nuestra rutina con unas concentraciones adecuadas (5-20%), es realmente relevante si queremos proteger nuestra piel. Existen diversos activos antioxidantes a los que dedicaremos su debido protagonismo en otra ocasión. Hoy nos centramos en 5 productos con diferentes formas de nutrirnos con Vitamina C, con crema, serum, gel, ampollas e incluso cápsulas.
- Serum 10 30ml Skinceuticals
- Phloretin Cf Gel 30ml Skinceuticals
- CE Ferulic triple antioxidante 30ml Skinceuticals
- Ampollas Endocare C proteoglicanos
- Endocare Tensage Serum 30ml
«Autocuidado, Salud y Belleza»
Por Inmaculada Vicente María
