Autocuidado

Dormir para disfrutar de una piel radiante

Dormir para disfrutar de una piel radiante

Existe una relación directa entre el descanso y la salud y belleza de la piel, pero ¿Cuándo debo dormir para disfrutar de una piel radiante?

Son muchos los estudios médicos que afirman que una buena calidad de sueño conlleva a mejorar el rendimiento mental y físico, contar con todas las energías necesarias para afrontar la jornada, evitar enfermarnos y combatir el estrés.

Pero, ¿qué hay de la belleza exterior? ¡También le aporta sus ventajas! dormir más y mejor es sinónimo de una piel perfecta, sobre todo del rostro.

¿Por qué es tan importante dormir y descansar adecuadamente?

  • Durante el ciclo del sueño nuestro cuerpo y nuestra mente se reponen del cansancio diario.
  • Necesitamos descansar para rendir bien durante el día.
  • No es lo mismo dormir que descansar, y el descanso es fundamental para vivir plenamente.
  • La gran importancia radica en que mientras descansamos ocurren en el organismo diferentes procesos regenerativos.
  • Durante el sueño, nuestros tejidos y células se regeneran con mayor eficacia.
  • La glándula pituitaria segrega la hormona del crecimiento.
  • Incluso los conceptos aprendidos se asimilan mejor gracias a un sueño reparador, durante estas primeras horas de sueño nuestro cerebro registra la información adquirida durante el día, de ahí lo de «lección dormida, lección aprendida»

No todo el descanso es de igual calidad, nuestro sueño está dividido en ciclos de unos 90 minutos (aproximadamente); un descanso óptimo significa dormir ciclos completos.

¿Existe un horario en el que dormir nos aporte un mayor beneficio?

Todos sabemos que es importante dormir un mínimo de horas y que el descanso se traduce en salud y luminosidad para nuestra piel.

Dormir bien para tener una piel radiante, es una necesidad, sin embargo, no sólo es de vital importancia dormir un número de horas y tener una higiene del sueño, sino hacerlo en las horas idóneas.

Existe un lapso de tiempo mientras dormimos (las llamadas Golden Hours) en el que la piel alcanza su nivel máximo de recuperación y regeneración.

Parece ser que las horas de oro son  las primeras horas del sueño,  que algunos estudios identifican con  las cuatro primeras entre las 10 de la noche y las 2 de la mañana.

Lo que sucede en este intervalo de cuatro horas es que la hormona del crecimiento alcanza su pico de segregación más elevado y, por tanto, la más elevada concentración en sangre.

Esta hormona que en los niños es responsable del crecimiento, en los adultos “regenera”.

Durante la noche la piel no está sometida a la agresión de factores externos y pasa de un modo ‘protección’ a uno de ‘curación’, aumentando su actividad de regeneración celular y de reparación de ADN.

Todo esto se traduce en un aumento de la permeabilidad de la barrere de la piel y una mejor purificación de los residuos acumulados durante el día

La piel entra ese estado máximo de regeneración y cicatrización coincidiendo con esas horas de segregación máxima de hormona.

A partir de las 6 a.m. todo vuelve a la normalidad, y la función barrera, tras un sueño reparador, vuelve a trabajar para proteger nuestra piel de los factores externos y de la deshidratación.

Dormir para disfrutar de una piel radiante

Dormir para disfrutar de una piel radiante

¿Cuándo debo dormir para sacar provecho a las Golden Hours del sueño?

Aunque algunos expertos aseguran que las Horas doradas del sueño ocurren entre las 10 de la noche y las 2 de la madrugada, esta afirmación no debe tomarse al pie de la letra.

Es posible que tu ritmo de vida no permita irte a la cama a las 22:00h, pero, afortunadamente, cada persona tiene su propio reloj biológico, y un estilo de vida individual que condiciona la manera en que su organismo funciona.

Lo importante es dormir un número determinado de horas, que permitan que nuestras fases del sueño se desarrollen naturalmente y, sobre todo, la fase de ondas lentas, la que parece ser realmente reparadora y clave para la regeneración de nuestra piel.

La luz solar tiene una influencia a la hora de activar nuestros relojes biológicos internos, pero “eso no significa que tengamos que irnos a la cama con la puesta del sol”.

Ese momento perfecto para irse a dormir varía de una mujer a otra, tanto por su estilo de vida como por sus cronotipos.

Lo que sí es esencial, es marcar una rutina a nuestro organismo; los ciclos repetitivos influyen de manera directa en nuestros ciclos biológicos y facilitan que nuestro organismo se ajuste y, por tanto, que se aprovechen al máximo las horas de sueño.

Los investigadores creen que el bienestar físico y mental se logra cuando nuestro reloj biológico está alineado con nuestro reloj social (que tiene que ver con el trabajo y las actividades sociales) y con nuestro reloj interno (genética y edad).

De ahí que tengamos que ser nosotras mismas las que encontremos la hora perfecta, escuchando a nuestro cuerpo y haciendo el esfuerzo para respetarlo.

Además, debe procurarse  no comer nada al menos una hora antes de irnos a dormir, ya que la concentración de glucosa en la sangre hace que se libere insulina y ésta interfiere en el pico nocturno de la hormona del crecimiento.

Ventajas de dormir más para lucir una piel de la cara increíble

En lo que se refiere a la estética, vale decir que dormir entre 6 y 8 horas cada noche disminuye la aparición de ojeras, mejora el aspecto de la piel y del cabello y controla el peso corporal.

Es como ir al salón de belleza mientras estamos en la cama, pero ¿cuándo debo dormir para disfrutar de una piel radiante?

Pero no solo vale dormir bien uno o dos días a la semana. Para disfrutar de estas ventajas de un descanso adecuado, es necesario que lleves una rutina del sueño.

Es fundamental irse a la cama siempre a la misma hora y hacer sonar el despertador en el mismo horario.

Los fines de semana, podemos darnos el lujo de retrasarlo dos horas, pero no más.

Los ciclos repetitivos influyen de manera directa en nuestros ciclos biológicos y ayudan a que nuestro cuerpo se ajuste y, por tanto, aproveche al máximo las horas de sueño

En poco tiempo empezarás a notar los cambios. Al dormir más y mejor la piel del rostro estará más joven, más fresca, más brillante y más elástica.

El sueño no es solo reparador sino también tonificante. Si no descansas como corresponde tendrás la piel apagada y sin vida, no olvides que dormir te proporcionará una piel radiante.

Un excelente hábito adicional es estimular los casi 57 músculos de nuestro rostro mediante un ligero masaje, una compresión suave aprovechando la aplicación de la rutina nocturna.

Simplemente con nuestros dedos, podemos estimular la oxigenación tisular mejorando nuestra microcirculación sanguínea y favoreciendo la oxigenación.

Tips que te ayudarán a dormir bien para tener una piel radiante

  • Cena temprano: si tienes el estómago repleto de comida te será más difícil conciliar el sueño. Ten cuidado con lo que comes. Apuesta por las cenas ligeras y más bien escasas.
  • Evita la cafeína y el alcohol: a partir del momento en que baja el sol sería bueno no beber café ni alcohol. Ambos tienen efectos energizantes y estimulantes por lo tanto no te ayudarán a dormir bien.
  • Haz deporte: el mejor momento de practicar deporte es la mañana pero hacerlo al terminar la jornada nos sirve para cansarnos lo suficiente como para evitar el insomnio.
  • Consigue un ambiente adecuado: la temperatura, el nivel de luminosidad o los ruidos pueden ser las causas de tus problemas para dormir.
  • Controla no tener demasiado frío o calor, que la habitación esté lo más oscura posible y que no haya sonidos molestos.
  • Elige cama, colchón y ropa correctas: son aspectos vitales. Una almohada cómoda también es imprescindible. Elige pijamas cómodos y que no opriman.
  • Evita cualquier contacto con las pantallas justo antes de ir a la cama, ya que “despiertan” el cerebro y no permiten que descanses como corresponde.

 

Resumiendo, es vital un adecuado descanso y establecer una rutina del mismo para regenerarnos del desgaste diario y disfrutar de una piel radiante.

 

«Autocuidado, Salud y Belleza»

Por Inmaculada Vicente María

Nº colegiado 1211

 

 

 

 

 

 

 

 

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