Ante las elevadas temperaturas aumenta la importancia de la hidratación frente al calor.
El agua es el Santo Grial de la Salud, podemos vivir hasta cuarenta días sin comer, pero, apenas sobreviviríamos entre tres o cuatro días sin beber.
Necesitamos cuidar nuestra hidratación frente a las altas temperaturas y olas de calor.
Importancia de la hidratación frente al calor
Cuidar nuestra hidratación en temporada de calor es fundamental por muchos y diversos motivos:
- El agua forma la base de nuestra sangre, de los jugos digestivos, de la orina, del sudor.
- Entre sus funciones se incluye la de regular la temperatura corporal a través de la sudoración.
- Así mismo, la de conservar la salud y la integridad de las células.
- Lubricar las articulaciones.
- Transportar los nutrientes y el oxígeno a las células.
- Humedecer la piel para mantener su textura y buen aspecto.
Por todo ello, ante las elevadas temperaturas que tenemos durante estos meses de verano, la hidratación en temporada de calor es fundamental, tanto interior como exteriormente.
¿Cuándo debemos beber agua?
Siempre debemos beber agua abundantemente, dos litros al día, pero, en esta época es aún más importante, ya que mediante la transpiración aumentada, perdemos gran cantidad de electrolitos.
El agua nos ayuda además a limpiar nuestro cuerpo al tiempo que ha mantenernos hidratados.
Conviene que comencemos a tomarla por la mañana y que desarrollemos, el gusto, la apetencia y el respeto por ella, dada la gran importancia que tiene en nuestro bienestar.
Nos ayuda, así mismo, a controlar y solucionar los problemas de retención de líquidos, cuanto más bebamos, más tóxicos y líquidos retenidos eliminaremos.
No es necesario esperar a tener sed para beber, es más, en el caso de personas mayores que apenas tienen apetencia por el agua, hay que aconsejarles beber durante todo el día a pequeños sorbos, no es necesario que sean grandes cantidades a la vez.
Si eres una persona deportista, deberías tener en cuenta beber agua antes, durante y después del ejercicio físico.
Durante el período en el que estás haciendo deporte la pérdida de electrolitos se duplica y también la necesidad de oxigenar nuestra sangre.
¿Hace calor? Bebe más
Diversos organismos sanitarios, como la Sociedad Española de Cardiología o la Fundación Española del Corazón alertan de la importancia de mantener una buena hidratación, especialmente durante los días de calor extremo.
Los líquidos son muy importantes a cualquier edad, pero especialmente en niños y ancianos.
- En los niños necesitan más agua en su organismo, el 65% de su peso total. Además, el mecanismo de la sed no está tan desarrollado como en los adultos. Y jugando y moviéndose, necesitan beber para mantener líquidos en su organismo, especialmente en verano.
- Y con la edad se pierde la sensación de sed y las reservas de líquido en el cuerpo disminuyen. Todo ello contribuye a que el riesgo de deshidratación se acreciente
- Las personas con insuficiencia cardíaca y algunas otras enfermedades crónicas no deben hacer ejercicio al aire libre en condiciones de mucho calor y humedad, porque su corazón tiene una menor capacidad de reserva para eliminar el calor del cuerpo y puede sobrecargarse.
- Según la Fundación Española del Corazón, la causa más habitual de la deshidratación en jóvenes y adultos, es la pérdida por sudoración provocada por el calor y el ejercicio físico. Cuando aumenta la temperatura, estas pérdidas aumentan, y hay que compensar con una mayor ingesta de agua o líquidos.
Decálogo de la buena hidratación
Si quieres estar bien hidratado, debes beber el equivalente a 10 vasos de líquidos al día:
- Consume líquidos en cada comida, y también entre horas.
- No esperes a tener sensación de sed para beber.
- Bebe principalmente agua: prefiérela antes que otras bebidas.
- Aumenta el consumo de frutas y verduras: son alimentos muy ricos en agua, que también contribuyen a hidratar el organismo.
- Manten las bebidas a temperatura moderada.
- Vigila a los niños y ancianos de tu entorno: asegúrate de que beben suficiente cantidad de líquido.
- Elige las bebidas más adecuadas según la actividad física, el estilo de vida, las circunstancias…
- Bebe más líquidos en ambientes calurosos.
- Bebe más antes, durante y después del ejercicio.
- El consumo de refrescos debe ser moderado, pues aportan calorías vacías. Si consumes bebidas light para controlar tu peso ten en cuenta que no es recomendable abusar de los edulcorantes que contienen los refrescos sin azúcar.
Cuida la hidratación frente al calor también de tu piel
Durante el día, aunque estemos vestidos y trabajando, la piel del rostro está expuesta a las altas temperaturas, por ello es muy importante hidratarla mas que en otras épocas del año.
Si hacemos una correcta ingesta de agua todo nuestro cuerpo estará en buenas condiciones de hidratación, pero además, los SPRAYS DE AGUA THERMAL MINERALIZANTES, serán recibidos por nuestra piel como una bendición, restablecen el equilibrio mineral además de conseguir una óptima hidratación refrescante.
Existen envases pequeños para poder llevar fácilmente en el bolso y hacer uso de ellos con frecuencia a lo largo del día.
No estropean el maquillaje, todo lo contrario, contribuyen a fijarlo y darle vitalidad.
Importancia de la hidratación frente al calor: Cansancio y fatiga
En esta época del año, hay personas que ven mermadas sus energías vitales por el exceso de calor, acusando fatiga, cansancio, irritabilidad, insomnio-
En estos casos puede ser de gran ayuda un aporte de minerales como el magnesio, MAGNESIUM Duo es uno de nuestros preferidos a la hora de aconsejar, por su excelente formulación y su estupenda biodisponibilidad.
En cualquier caso, y dejando sentado que debemos beber, beber, beber, no es conveniente beber mientras comemos, porque eso diluye la valiosa acción de la saliva y los ácidos estomacales; es mejor hacerlo media hora antes o después de las comidas, no debemos distraer la tarea de la digestión de su proceso principal, hay un tiempo para comer y otro para beber.
No olvides la importancia de la hidratación frente al calor.
«Autocuidado, Salud y Belleza»
Por Inmaculada Vicente María