Un año termina y otro comienza; nuevas oportunidades, nuevas metas, nuevas ilusiones, nuevos desafíos y 10 propósitos saludables para el nuevo año.
Quizá ahora muchos de nosotros disponemos de unos días de vacaciones; otros no. Puede ser el momento para relajarse de todo, pero también puede ser la oportunidad de tomarnos tiempo para reflexionar, cambiar, planificar y adoptar propósitos saludables para el nuevo año que nos ayuden en la tarea de nuestro autocuidado. Nuestros hábitos de autocuidado constituyen el camino hacia la meta, que no es vivir más, sino vivir en salud plenamente y con calidad.
La salud física es indispensable para la felicidad, por ello hemos preparado este decálogo de propósitos saludables para el nuevo año:
- SÉ CONSCIENTE. Si deseas tener una vida de calidad, es importante que alcancemos un estado de satisfacción con lo que hacemos, relajación y salud mental a largo plazo. Se trata de conocernos, de centrarnos, de conservar la calma, de cómo respondemos a las emociones, de cuáles son nuestros hábitos alimentarios; en definitiva, se trata de equilibrar cuerpo y mente. Las tensiones, dormir mal, estar malhumorado constantemente, no gestionar el estrés adecuadamente, hacen que nuestro cuerpo sea más vulnerable a las enfermedades. Para ello debemos enfocar nuestra vida en el momento presente con atención plena, claridad y realismo, que nos ayuden a estar felices con nosotros mismos.
- CÓMO COMER. Hemos llegado a considerar la comida como una mera necesidad, comemos a toda prisa. Realmente eso no es comer: es engullir sin conciencia. Considerando lo importante que es la alimentación, deberíamos dedicarle más tiempo. Siempre que nos sea posible, debería ser un momento dedicado a nosotros mismos, a reencontrarnos con la familia, a anclarnos y unificarnos con el mundo. De modo que tómate tu tiempo, come cuando estés relajado. La digestión comienza en la boca. Mastica adecuadamente. Comer lento ayuda a no coger exceso de peso, ayuda a una correcta digestión y asimilación de nutrientes.
- QUÉ COMER. Elige alimentos que mantengan las proporciones adecuadas para conseguir un medio alcalino. Recuerda que somos lo que comemos y también es de vital importancia la forma de preparación de los alimentos: acaba con la costumbre de freír. Busca alimentos frescos, de temporada, ecológicos. Es ideal tomar los alimentos en el punto justo de madurez, por ello los alimentos de estación serán los preferidos.
- CUÁNDO COMER. Las comidas más importantes deben ser el desayuno y la del mediodía. Tras el ayuno nocturno hay que suministrar energía a nuestro organismo. Por la noche el metabolismo se ralentiza, de modo que buscaremos raciones más pequeñas de productos más digestivos. Además, la cena debe tomarse temprano para acostarnos con la digestión terminada.
- CUÁNTO COMER. Prácticamente todos comemos demasiado, o al menos más de lo que nuestro organismo necesita y más de lo que nuestros cuerpos están preparados para digerir. Además, nuestros estómagos necesitan cuatro horas para procesar una comida, por lo que debemos dejar este tiempo entre comida y comida. Entre tanto bebe agua o infusiones.
- MANTENTE HIDRATADO. El agua es uno de los elementos más importantes de la dieta en un cuerpo sano. Ayuda a limpiar el cuerpo y nos mantiene hidratados. Favorece la circulación, favorece la eliminación de toxinas. También es particularmente aconsejable para la hidratación de la piel. El agua es muy buena, pero no debe tomarse junto con el alimento. Antes o después.
- PRACTICA EJERCICIO CON REGULARIDAD. El ejercicio ayuda a perder peso, nos mantiene en forma, fortalece los músculos, mejora el flujo sanguíneo y estimula la producción de dopamina en el cerebro, una hormona que eleva el estado de ánimo. Sé delicado con tu cuerpo y elige el ejercicio más adecuado a tu situación. Practica el ejercicio con moderación pero, eso sí, hazlo regularmente. Realiza estiramientos para romper las posturas forzadas que nos exige el trabajo y para evitar las agujetas con el deporte .
- LIMPIA TU ORGANISMO. Existen muchos preparados de origen natural para practicar al menos dos veces al año una terapia de Drenaje y Detoxificación. Poner a punto nuestra máquina perfecta que es el cuerpo y activar el metabolismo pasa obligatoriamente por hacer una limpieza en profundidad, dando tregua a nuestro estómago tomando alimentos livianos y fácilmente digeribles.
- ENRIQUECE TU ENTORNO. Nuestro entorno tiene un importante impacto en nuestra salud, sobre todo el hogareño. Llegar a casa debe resultar gratificante. Pon flores y plantas frescas, abre las ventanas para que circule el aire, pon música tanto para activar como para relajar el ambiente. Apaga todos los aparatos electrónicos cuando te vayas a acostar.
- ENCUENTRA TU RITMO. La vida está marcada por ritmos y ciclos: día, noche, verano, invierno. Los ciclos son buenos para nuestro cuerpo. Debemos adaptarnos a nuestros propios ritmos, de lo contrario no encontraremos bienestar y caeremos en el estrés y ansiedad. Debe haber tiempo para todo: trabajar, pero también desconectar y relajarse, de lo contrario nos convertimos en máquinas. Lo realmente importante es conseguir llevar un ritmo y una rutina. Concédele a tu cuerpo el tiempo que necesita para el descanso y la recuperación. Lo ideal es hacer pausas cada noventa minutos como mucho.
Espero que estas pautas sirvan para que tomes las riendas de tu cuidado personal y te ayuden a empedrar tu salud y bienestar.
Ten presentes estos diez propósitos en tu día a día.
Cuídate y vive plenamente ¡Haz que suceda!
«Autocuidado, Salud y Belleza»
Por Inmaculada Vicente María