La vejez es un proceso inevitable al que todos estamos abocados, pero existen herramientas que nos permiten disfrutar de una calidad de vida durante el mayor tiempo posible.
En la sociedad actual, el envejecimiento está asociado a la decadencia y a enfermedades crónicas, lo que supone un gasto elevado para los sistemas sanitarios.
La vida tiene sus fases y la sociedad actual ha reducido el prisma solo a la parte productiva, hemos dejado de ver las necesidades de cada persona desde todos los puntos de vista. El envejecimiento es sinónimo de decadencia.
Vivimos más tiempo, somos más longevos, pero debemos plantearnos cuáles son las herramientas que nos ayuden a que cumplir años merezca la pena, que sea con calidad y en plenitud.
Además, la Organización Mundial de la Salud destaca que el envejecimiento saludable comienza con hábitos saludables en fases anteriores de la vida.
Es importante cambiar el paradigma actual de la sociedad y ser gestores y protagonistas de nuestra salud, practicando el autocuidado responsable y disfrutando de una vejez plena y satisfactoria.
¿Por qué preocupa a la sociedad esta realidad?
- En el mundo occidental las enfermedades asociadas al envejecimiento se están convirtiendo en un problema sanitario de primer orden.
- En Europa el envejecimiento es un hecho.
- La mayoría de la población tiene asociadas enfermedades crónicas para las que están altamente medicalizados.
- Esta situación supone un gasto incalculable y difícilmente asumible por los sistemas sanitarios de salud pública.
Por tanto, es importante educarse en la prevención y adquirir hábitos saludables para prolongar la etapa de plenitud.
No existen recetas milagrosas para retrasar la vejez o alargar la juventud, pero el autocuidado responsable puede marcar la diferencia.
Pilares fundamentales del autocuidado y vejez
- Alimentarse adecuadamente.
- Practicar ejercicio moderado.
- Descansar bien.
- Cuidar la mente.
- Evitar riesgos como el tabaco y el alcohol.
- Relacionarse socialmente.
- Adaptar el hogar a las necesidades.
Además, la Organización Mundial de la Salud destaca que el envejecimiento saludable comienza con hábitos saludables en fases anteriores de la vida. Es importante cambiar el paradigma actual de la sociedad y ser gestores y protagonistas de nuestra salud, practicando el autocuidado responsable y disfrutando de una vejez plena y satisfactoria.
«Todos queremos retrasar la entrada en la vejez y prolongar al máximo nuestra etapa y apariencia de juventud»
Desde la búsqueda del elixir de la eterna juventud, a lo que hoy denominamos medicina antiaging, o medicina anti-envejecimiento, se han desarrollado infinidad de prácticas en todas las culturas con el mismo objetivo: detener la apariencia del paso del tiempo y sus efectos, mantener la juventud y la belleza.
A día de hoy existen multitud de opciones para disfrutar de una calidad de vida tanto física como emocional durante el mayor tiempo posible, pero es importante la educación en la prevención y adquisición de hábitos para poner en práctica esas opciones.
Es por ello que yo le daría la vuelta al término antiaging otorgándole preferencia al proaging: «herramientas para mantener inalterables nuestras capacidades como seres humanos a pesar de la edad»
En definitiva, el autocuidado es la clave para disfrutar de una vejez plena y saludable.
No se trata de buscar la fuente de la eterna juventud, sino de cuidar nuestro cuerpo y mente para llegar a la vejez con la mayor calidad de vida posible.
Una de las claves para un envejecimiento saludable es una alimentación adecuada. Una dieta variada y equilibrada es fundamental para mantener nuestro cuerpo sano y prevenir enfermedades.
Además, es importante evitar los excesos y consumir alimentos frescos y naturales en lugar de productos procesados y ricos en grasas saturadas y azúcares.
Otro hábito importante es el ejercicio físico moderado y regular. El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo para el envejecimiento prematuro, por lo que es fundamental mantenernos activos para preservar nuestra movilidad y salud cardiovascular. Además, el ejercicio también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, mejora la calidad del sueño y nos proporciona una sensación de bienestar general.
El descanso también es fundamental para un envejecimiento saludable. Dormir adecuadamente es la forma de reparar el cuerpo y la mente del desgaste diario. Es importante establecer una rutina de sueño regular y mantener una habitación oscura, silenciosa y fresca para garantizar un sueño reparador.
Además de cuidar el cuerpo, también es importante cuidar la mente
La actividad mental regular es fundamental para mantener el cerebro activo y prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. También es importante aprender a controlar el estrés y cultivar una actitud positiva y optimista frente a la vida.
Por supuesto, también es importante evitar los riesgos para la salud. El consumo de tabaco y alcohol, así como la exposición a la contaminación ambiental y otros factores de riesgo, pueden acelerar el proceso de envejecimiento y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
Por lo tanto, es importante reducir o eliminar estos hábitos de nuestra vida para cuidar nuestra salud.
Por último, no debemos olvidar la importancia de mantener relaciones sociales y culturales. Mantener una vida social activa y tener aficiones e intereses ayuda a prevenir la soledad y el aislamiento, dos factores de riesgo para la salud mental y física en la vejez.
En resumen, la vejez es un proceso natural que debemos aceptar y disfrutar con sabiduría y salud. El autocuidado es la clave para disfrutar de una vejez plena y saludable, y esto implica cuidar nuestra alimentación, actividad física, descanso, salud mental y socialización.
Con unos hábitos adecuados y responsables podemos disfrutar de una vida larga y saludable, siendo gestores y protagonistas de nuestra salud.
Es fundamental practicar un autocuidado responsable para llegar a la vejez con calidad de vida
Afortunadamente, estamos asistiendo a un cambio de paradigma por parte de la sociedad en cuanto a la importancia que puede tener su papel de forma activa a la hora de practicar un Autocuidado responsable, adquiriendo hábitos que puedan favorecer disfrutar de una calidad de vida mayor, de una vejez plena siendo gestores y protagonistas de nuestra salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en un artículo sobre el envejecimiento de la población destaca que “el envejecimiento saludable comienza con hábitos saludables en fases anteriores de la vida”
Vejez y Covid 19
Los ancianos han sido protagonistas en numerosas ocasiones durante el confinamiento, consecuencia de la pandemia que vivimos, siendo seres especialmente vulnerables, en un momento en el que los recursos sanitarios están desbordados respecto a sus capacidades.
Entre los problemas de salud más destacables durante la pandemia y que afectan a nuestros mayores, podemos destacar:
- Anorexia, falta de apetito y desinterés (causado por múltiples factores)
- Anquilosamiento físico
- Angustia, intranquilidad, insomnio
- Debilidad generalizada
- Pérdida de memoria, confusión, depresión
- Tristeza
¿Cómo debemos abordar los tratamientos en la vejez?
- No podemos considerar al anciano como una parte, sino como un todo, con todos los factores físicos y psicosociales que le rodean.
- Los procesos farmacocinéticos del anciano, son individuales, por lo que es preciso adaptar la dispensación al paciente. Y, sobre todo, tratarlo de manera integral.
- Desde un punto de vista físico, podemos detectar problemas de malnutrición
- Errores en la medicación
- Interacciones y iatrogenias
El farmacéutico comprometido, debe desplegar todos sus conocimientos y ponerlos al servicio de la población, en este caso concreto, mediante un seguimiento cercano, y mediante el consejo constructivo que pueda devolver, en la medida de lo posible, la calidad de vida de este segmento de la población.
En este momento preciso, más importante que nunca, aconsejarles sobre complementos para fortalecer su sistema inmunitario, como primera medida de defensa, en la antesala de un invierno complicado.
Una de las cualidades más importantes a la hora de tratar a personas de edad avanzada es la empatía y la compasión, la farmacia, como centro sanitario accesible, y el farmacéutico, como facultativo de salud, igualmente accesible, una vez más, hemos estado cerca, brindando apoyo, ayudándoles con su medicación, escuchando sus desasosiegos, ofreciendo un consejo y aportando calma, también en la vejez.
«Autocuidado,Salud y Belleza»
Por Inmaculada Vicente María
