Limpieza facial
Una adecuada rutina diaria de limpieza facial es imprescindible para lucir un cutis sano. Creados con tal tal objetivo, existen variedad de artículos donde elegir el más adecuado a tu tipología cutánea; pues el primer paso de una limpieza facial efectiva es conocer a fondo tu piel, y también si el ambiente donde te desenvuelves a diario es seco o húmedo. En cualquier caso, recuerda elegir productos de calidad y que favorezcan la hidratación.
Rutinas para la limpieza facial diaria
La limpieza de cutis debe realizarse dos veces al día, cuando nos levantamos y cuando nos acostamos, y consta de las siguientes etapas:
Eliminación de impurezas
Comienza tu limpieza facial paso a paso con la
eliminación de las impurezas con un desmaquillante. Si llevas maquillaje, se elimina, y si no, con la leche limpiadora removerás las impurezas de la exposición diaria a la contaminación ambiental y el clima. Por la mañana repites la limpieza con un producto más suave ya que no existen restos de maquillaje.
Tonificar
En segundo lugar,
aplicas un tónico facial que consiga equilibrar el pH cutáneo; en especial si la piel resultó irritada por un tratamiento previo con exfoliantes.
Hidratar
Por último,
aplícate una crema hidratante de base acuosa para hidratar tu piel al máximo. En caso de que existan áreas afectadas por problemas concretos, tales como acné o manchas, recurre a pomadas específicas para el tratamiento de esas zonas más sensibles y después ya aplicas tu crema hidratante.
Limpieza facial día a día
Para lucir un rostro bello y joven además de una profunda limieza facial, es importante combinar diferentes tratamientos:
- Desmaquillantes: son agentes limpiadores y tonificantes elaborados con ingredientes que disuelven y retiran el maquillaje, bacterias y deshechos y recuperan la elasticidad y suavidad de la epidermis.
- Agua micelar: es un producto que disuelve compuestos insolubles en una solución acuosa, y te aporta una limpieza facial profunda de la piel a la vez que elimina los restos de maquillaje.
- Tónicos faciales: son astringentes usados en la limpieza y exfoliación de la piel. Eliminan el exceso de aceites y bacterias que el limpiador a veces no remueve. En algunos casos, se puede utilizar a mediodía para refrescar y rehidratar la piel, incluso sobre el maquillaje.
- Mascarillas faciales: son ungüentos multifunción que, además de aportar a la piel del rostro hidratación, limpieza y luminosidad, así como otros beneficios específicos como efecto anti edad o corrector, según el producto elegido. Sus fórmulas contienen altísimas concentraciones de principios activos y actúan de una forma casi instantánea.
- Exfoliantes faciales: se trata de productos de textura granulosa que eliminan las células muertas, escamas e impurezas de la superficie de la epidermis. La acumulación de residuos del proceso natural de renovación cutánea, puede ocasionar problemas tales como obstrucción de poros y apariencia opaca.
- Peeling faciales: productos consiguen retirar las capas más superficiales de la piel y provocan su regeneración natural. Ideales para recuperar la piel dañada y reseca, marcas solares o secuelas de un acné agudo.